domingo, 13 de junio de 2010

Trasnochado


Así me siento, con el frío recorriendo mi cuerpo y mil cosas rondando mi cabeza; la culpa de todo la tiene el haber dormido durante toda una tarde. Siempre he sido un convencido de que todo trabajo se realiza mejor en una madrugada, con una buena taza de café quizás uno o dos puchos y con la certeza de que en el transcurrir de una madrugada nadie osará interrumpir mi trabajo, nadie llamará por teléfono, nadie me recordará cosas que tengo que hacer, estaré solo y con la suficiente concentración para terminar lo que de día no parece acabar nunca.

Pero el detalle aquí es que hoy no tengo sueño y no tengo nada urgente que acabar, ni nada interesante que leer, ni los ánimos suficientes para escudriñar algo que quizás en otras circuntancias parezca interesante. De momento solo se me ocurrió escribir en el blog, quizás escribir que no tengo mucho que hacer pero si mucho que pensar, mucho que recordar; por ejemplo voy recordando gente importante en mi vida: familia, amigos, amor; todos tuvieron y/o tienen un tiempo y espacio definido en mi vida (en mayor o menor valía).

Están también las personas que estoy conociendo, amigos del trabajo, familia política que se va integrando a mi familia, personas en mi messenger que muchas veces me brindan una muy buena conversación o simplemente un mal rato. Está también la persona que me mueve el piso, en quien estoy pensando en este momento, pienso en cómo en tan poco tiempo me ha brindado mucho, en cómo una simple frase enviada al cel me alegra el día, en como una corta llamada por celular nos acerca pese a la distancia.

No sé si esa persona esté pensando en mí (lo más seguro es que esté durmiendo), pero me queda claro que hay personas que entran en nuestras vidas y quisiéramos que no salieran jamás y que en madrugadas como ésta, en las que el meditar, pensar o recordar es lo único bueno por hacer pues pensáramos en lo constructiva que sigue siendo su presencia en nuestra vida, en que un sentimiento bonito puede serlo una y mil madrugadas más...

1 comentario:

  1. trasnochando se medita mejor...
    la madrugada es complice de muchas travesìas...
    el leerte ,me hace verme en un espejo

    ResponderEliminar